¿Estás construyendo una marca o solo quieres hacerte viral?

¿Quieres construir una marca o solo entretener? Porque si todo tu esfuerzo se va en conseguir likes y no en generar confianza, lo único que vas a lograr es que te aplaudan… pero no te compren. Ser viral no es sinónimo de ser confiable. Y sin confianza, no hay ventas.

1. Ser viral sin dirección es entrenar a tu audiencia para ignorarte

Un video gracioso puede darte alcance, pero si no hay una conexión con lo que haces, solo estás entrenando a tu audiencia para divertirse contigo… no para elegirte como referente. Lo que una marca debería construir es liderazgo: mostrar que entiende su rubro, que resuelve problemas reales. Podría emplearse un poco de humor, siempre y cuando la presencia de la marca sea justificable, no forzado y dependiendo del rubro.

Un buen ejemplo de cómo usar humor con intención es ese trend donde aparece una chica bien vestida, bailando con seguridad, y sobre el video se leen ventajas del servicio o producto (como “entrega rápida, soporte real, cero excusas”). Luego entra su hermana, con ropa parecida y maquillaje exagerado, tratando de imitarla sin lograrlo, mientras aparecen desventajas de la competencia (“respuestas genéricas, retrasos, cero solución”). Te ríes, sí. Pero también entendiste quién lo hace bien, y quién no.

2. Muchos creen que tener una marca es tener una empresa, un negocio, un logotipo, redes sociales. Fin. Pero el branding es mucho más que eso.

El branding es cómo se comporta tu marca, como si fuera una persona. Es su estilo visual, pero también la manera de cómo se comunica: tu marca ¿es seria? ¿cercana? ¿divertida sin filtro? ¿habla con datos o con emociones? Es un sistema, y sí, debería estar documentado.

Cuando no lo está, no hay un branding claro, y entonces todo se vuelve inconsistente. En lo visual, la gente no reconoce tu contenido porque no hay un patrón claro: como alguien que cambia de look cada día y a uno le cuesta reconocerlo, a diferencia de una marca que tiene un estilo claro y constante.

En el tono de comunicación también pasa lo mismo: si un día vas a como experto formal y al día siguiente como un influencer relajado, vas a perder a ambos públicos. Los que confiaban en tu seriedad van a dudar, y los que te seguían por espontáneo, por divertido, se van a aburrir.

3. Copiar el estilo de otra marca es condenarte a improvisar para siempre

Algunos creen que copiar el estilo de una marca reconocida es tomar un atajo. Pero ojo: detrás de una marca que se ven bien, hay toda una justificacón, un sistema premeditado. Una lógica visual, un tono trabajado, una estrategia bien pensada.

Si solo copias “lo que se ves”, tarde o temprano te vas a quedar sin mapa. Porque cada vez que necesites nuevos elementos visuales, vas a tener que espiar a la marca original para ver como ha resuelto ese problema porque simplemente desconoces el criterio con el que han construido su sistema visual. Y por querer improvisar, puedes llevar tu marca a la incoherencia, puedes deformar su identidad. ¿Resultado final? Tu marca parece un Frankenstein sin dirección.

Conclusión: ¿Estás creando una marca con visión o solo reaccionás a lo que está de moda?

Las redes sociales son herramientas, no estrategias. El branding es lo que te da dirección cuando todos están corriendo detrás del último trend. Así que preguntate: ¿Lo que estás haciendo hoy construye una marca sólida o solo te da un poco de atención pasajera?